Datos más inclusivos para servir mejor a las comunidades
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Johanna Bejarano, de NWPB, informa sobre las estrategias de equidad de datos para abordar las disparidades raciales. Duración 1:13)
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La separación de datos es una prioridad a la hora de crear programas justos para las comunidades desatendidas. El Grupo de Trabajo sobre Datos Equitativos publicó un informe (enlace en inglés) sobre la equidad de datos como parte de los planes de la administración Biden para abordar las disparidades raciales.
El informe dice que obtener datos más precisos y desglosados según las diferencias raciales representará mejor a las comunidades y mostrará hacia dónde se dirigen los servicios y los beneficios.
Sindy Benavides, directora Ejecutiva de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, habló en la Convención de la Casa Blanca sobre la Equidad.
“Para nuestra comunidad, la minoría más grande de Estados Unidos, con 60 millones de personas a partir de 2019, los datos desglosados son cruciales porque, al igual que nuestra comunidad, lo que necesitamos del gobierno no es homogéneo”, dijo Benavides.
El informe recomienda utilizar los datos para señalar las diferentes características de los grupos históricamente desatendidos, aumentar la investigación y el acceso a los datos a nivel estatal y local, y revisar los programas federales en busca de áreas no equitativas.
La protección de la privacidad será importante para no agravar la falta de confianza de las comunidades en las encuestas y la recopilación de datos del gobierno.
John Yang, presidente de Asian Americans Advancing Justice, afirmo durante la Convención de la Casa Blanca sobre la Equidad que “si se mira nuestra comunidad… es en muchos aspectos mayoritariamente inmigrante. Por eso, cada vez que el gobierno nos pide datos, a menudo nos preocupa. Si se trata de la situación de la inmigración, si es sobre la aplicación de la ley, eso nos haría retroceder y no querer responder a ese tipo de encuestas”.
El Grupo de Trabajo también afirma que hay que prestar atención a la formulación de políticas y al diseño de programas equitativos. Esto facilitará “la comprensión de las formas en que las personas que pertenecen a múltiples poblaciones desatendidas y subrepresentadas pueden experimentar una discriminación o desventaja agravada en el acceso a las prestaciones, servicios y programas gubernamentales”.
Según el último censo, en Washington viven más de un millón de hispanos y la población AAPI supera los 800.000.
