Comunidad filipina celebra nueva designación histórica de su edificio en Wapato
LEA
Vestidos con coloridos trajes tradicionales, miembros de la comunidad se reunieron en el Filipino Community Hall of the Yakima Valley, en Wapato, para celebrar su inclusión en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
Según una resolución de la Cámara de Representantes del Estado de Washington, ese espacio comunitario fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos el 3 de enero, después de que el Departamento de Arqueología y Conservación Histórica del Estado de Washington lo añadiera al Registro Estatal de Lugares Históricos en septiembre de 2023.
Maria Batayola es la tesorera de Sociedad Histórica Nacional Filipino-Estadounidense, FANHS por sus siglas en inglés. Batayola dijo que es el tercer sitio filipino en esa lista nacional.
“Es el primer hall filipino-americano que se construyó desde cero en todo Estados Unidos. Se ha mantenido. Ha sido un lugar de reunión continuo para filipinos y filipinoestadounidenses”, aseguró Batayola en la celebración del sábado.
Jim Tabayoyon, presidente de la Comunidad Filipino-Estadounidense del Valle de Yakima, afirmó que el edificio se estableció en 1948 después de que los líderes de la comunidad lucharan contra las normas que restringían a los filipinos adquirir tierras.
“Nuestros padres lo construyeron como refugio a principios de los años cincuenta. Lo construyeron como lugar de reunión para celebrar fiestas y bodas. Está a disposición de toda la comunidad”, explicó.
Asimismo, mencionó que, debido a la guerra y a las malas cosechas, la construcción culminó en 1952.
Tabayoyon comentó que voluntarios han mantenido y administrado el lugar durante más de 70 años.
Sin embargo, Reynaldo Pascua, miembro de las familias filipinas pioneras de la zona, indicó que la historia de esta comunidad, en Estados Unidos y en el valle de Yakima, se remonta mucho más atrás.
Durante la celebración, Pascua declaró que, en 1992, la Sociedad Histórica Nacional Filipino-Estadounidense proclamó cada mes de octubre como el Mes de la Historia Filipino-Estadounidense. Se conmemora así la llegada del primer filipino a Estados Unidos, el 18 de octubre de 1587.
“Llevamos 437 años en Estados Unidos. Llevamos 107 años en el valle de Yakima”, señaló.
Pascua, que también es miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Histórica Nacional Filipino-Estadounidense y miembro emérito de la Comisión del Estado de Washington para los Asuntos de los Estadounidenses de Asia y del Pacífico, subrayó que la comunidad afrontó los retos de la época, como la Gran Depresión, el racismo, la falta de oportunidades y la discriminación.
“También se enfrentaron a leyes contra el mestizaje y contra la tierra de extranjeros”, sostuvo.
Tabayoyon explicó que sus antepasados empezaron a cultivar la tierra hacia 1920, pero no podían poseerla. Alrededor de 1937, la Ley de Tierras de Extranjeros [conocida en inglés como Alien Land Law] fue modificada para permitirles adquirir tierras, comentó.
En 1947, la comunidad aprobó su constitución y se autodenominó Filipino Community of the Yakima Valle (Comunidad Filipino-Estadounidense del Valle de Yakima). Con ello, empezaron a planear la construcción de un salón comunitario, manifestó Tabayoyon.
“A pesar de la lucha contra los prejuicios y otras dificultades, lograron salir adelante”, afirmó.
Dori Peralta Baker es miembro de la comunidad y del comité nacional de dedicación de ese espacio comunitario.
“Llamamos a nuestro hall Pearl of the Valley (Perla del Valle), porque representa nuestra cultura. Nos gusta apreciar nuestras costumbres y cultura filipinas”, señaló.
Tabayoyon dijo que es un sitio para celebrar la diversidad del valle de Yakima.
En una entrevista anterior, Paul Tabayoyon, director ejecutivo de la Coalición de Isleños Asiáticos del Pacífico de Yakima (APIC Yakima, en inglés), dijo que el lugar está lleno de referencias históricas y culturales.
“Tenemos aquí un montón de imágenes históricas que hablan de las celebraciones en torno a las bandas y de cómo se creó un bonito acontecimiento comunitario cada semana o cada dos semanas en el que la comunidad se reunía”, expresó.
También contó que miembros de diferentes comunidades, entre ellas las nativas americanas e hispanas y latinas/x/e, han participado en los eventos programados allí.
El Filipino Community Hall transmite la historia y la cultura a las nuevas generaciones, incluidas las tradiciones gastronómicas.
Paul Tabayoyon dijo que, los jueves, miembros de la comunidad preparan comidas tradicionales filipinas para llevar. Es un servicio que está abierto al público.
Jim Tabayoyon indicó que han proporcionado al menos 10.000 comidas a adultos mayores y personas sin hogar en el vecindario.